Una cuestión complicada para muchas mujeres es que su pelo suele ponerse graso muy rápido, y tienen que lavárselo muy a menudo. Si tratamos mal al pelo, éste se acostumbrará al lavado diario y se pondrá graso a las pocas horas, incluso en el mismo día. ¿Cómo podemos evitar eso? ¿Cómo podemos limitar el aumento de grasa en el pelo? ¿Por dónde empezamos?
La necesidad de lavado diario es molesta, porque requiere mucho tiempo. Muy a menudo el lavado del pelo puede conducir al arrastre de las sustancias nutritivas, aunque tener que andar por ahí con el pelo graso tampoco es que sea bueno, porque empeora el problema de la caída del pelo. ¿Qué podemos hacer ante tal situación? Empezar por lo básico.
En primer lugar, tienes que dejar de lavarte el pelo a diario, algo que puedes conseguir no lavándotelo durante varios días seguidos. Es la peor etapa de todo el proceso, pero es necesaria. Este paso es más fácil de hacer durante el fin de semana cuando no tienes planes. Si te lavas el pelo el viernes por la mañana antes de trabajar, entonces vuélvetelo a lavar otra vez el lunes por la mañana.
En segundo lugar, hazte amiga del método CSC. En el pelo aún sin lavar, aplica acondicionador o mascarilla capilar y déjala reposar durante varios minutos. Después, lávate el pelo con algún champú de hierbas suave sin siliconas que no te apelmace el pelo. Lo más importante es lavar a fondo el cuero cabelludo, porque el pelo se podrá lavar mejor después de que la espuma fluya hacia abajo por él. Finalmente, aplica otro acondicionador (este vez sin aclarar) o haz el aclarado cerca de las cutículas del pelo.
En tercer lugar, no deberías dormir con el pelo suelto. Aparte del hecho de que el pelo está sujeto a los daños mecánicos durante la noche, también tiende a ponerse graso. Presionado contra la almohada o cubierto con un edredón caliente empezará a sudar. Al altar el pelo con un moño durante la noche, se sentirá más fresco en la cabeza y las glándulas sebáceas trabajarán de manera menos intensa.
En cuarto lugar, merece la pena dejar de preocuparnos tanto por tener un buen aspecto, si es que existe la posibilidad. Durante los fines de semanas o las tardes en frente de la TV, no necesitas tener un aspecto impecable, así que átate el pelo con un moño suelto y recógete el pelo con una cinta para limitar la aparición de grasa. También deberías saltarte el lavado del pelo si es posible.
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